A Guatemala hay que tratarla con cariño
porque no ha dejado de sangrar.
A veces dudo que logre vivir
y me duele tanto el vientre
por lxs hijxs suyos que no tuve,
por lxs que murieron
y por lxs que quizá no lleguen nunca.
A veces pienso en ella tan oscura
como si siempre fuera de noche
y se apaga dentro de la poquita esperanza
que había guardado hasta acá.
Tu mirada es tan sincera, Guatemala,
que no verte sería negarte,
que esquivarte sería traición.
Te llevo conmigo
por estas calles de la nada
y te arrullo en la noche
sabiéndote agonizante.
Yo no pedía tanto,
solo que vivieras,
que no te murieran cada día al voltear la 5ta. avenidad
o en la parte de una farmacia.
Solo quería un poquito de pan y tortilla,
una sierra limpia
y una noche de marimba donde bailar con vos.
Llevo tus olores conmigo,
tus pupilas en mis ojos
y un silencio quieto
de quien teme que te pase.
Tengo todo el amor de tus hijxs incrustado en la vida
y una nana perdida
que te trae por las tardes
a cantarme tus días.
Yo lo quería todo para tí,
Un presente que te honrará la memoria
un rio limpo para vos.
-Poesía de resistencia-
Autora: Ana G. Aupi
Libro: Geografía de mi cuerpo